De la naranja lo aprovechamos todo, en este caso, las cáscaras. La confitura de naranjas está riquísima y es una receta fácil de preparar. Además, podemos conservarla durante bastante tiempo guardándola en botes envasados al vacío.
Hay muchas variantes a la hora de prepararla, nosotros os dejamos ésta, que es muy sencilla.
Los ingredientes que necesitamos son:
· 4 naranjas de Vila-real, de piel fina,
· ½ limón
· 200 ml. de agua,
· 200 gr. de azúcar.
1. Primero, lavamos bien las naranjas bajo el grifo y las dejamos reposar durante un día en un bol, cubiertas con agua y el zumo del medio limón. (Otra opción es escaldarlas en agua hirviendo durante un minuto).
2. Con las naranjas a temperatura ambiente, las cortamos en rodajas finas y las ponemos a cocer en agua con el azúcar durante 30 minutos y a fuego lento. Si se queda la confitura demasiado seca, añadimos un poco de agua.
3. Transcurrido el tiempo comprobamos que la cáscara esté tierna y caramelizada. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
4. Dejamos reposar durante un día y ya está lista para tomar.
En un postre, de acompañamiento, para untar unas tostadas, hacer algo de repostería… y no olvidéis guardar la que no vayáis a utilizar en tarros cerrados porque podréis usarla más adelante.
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